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Calmar las pieles secas y recuperar su aspecto característico: este es el objetivo común de las cremas emolientes y las cremas hidratantes. Aunque generalmente su uso es muy distinto, estas cremas empiezan a utilizarse a medida que la piel va dando síntomas de deterioro en forma de grietas, sequedad o tirantez. Estas afecciones, realmente pueden aparecer a cualquier edad, en contra de lo que dice el pensamiento popular, que asocia la aplicación de estas cremas a la edad adulta.
Sin embargo, hoy día las cremas emolientes e hidratantes se suelen utilizar tanto en adultos como en personas más jóvenes. Esto se debe a la mayor información que obtenemos sobre el cuidado nuestra piel desde que somos pequeños, haciendo que actualmente existan productos que se adapten a nuestras necesidades dérmicas. De hecho, hay que tener en cuenta que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y como tal, es importante proporcionar unos cuidados que mejoren su barrera de resistencia, con el objetivo de aislarla de agentes externos que sean perjudiciales.
Normalmente, nuestra piel ya cumple con estas funciones de protección básicas, pero a veces pueden presentarse algunas variaciones, principalmente en la piel de los hombres y las mujeres: la de ellos es más resistente y con una mayor cantidad de andrógenos, mientras que la de las mujeres es más delicada y sensible a los cambios de temperatura.
A diferencia de una crema hidratante para la cara, las cremas emolientes están destinadas para personas con afecciones dérmicas como piel atópica o muy seca. Las cremas emolientes se caracterizan por sus propiedades calmantes, muy efectivas para combatir este tipo de problemas, asociados a menudo con una mala alimentación, el estrés y a los cambios de temperatura. En este sentido las cremas emolientes son el mejor tratamiento para la dermatitis atópica, reforzando su resistencia a los alérgenos y a los radicales libres, causantes del envejecimiento celular de la piel. Además, gracias al efecto calmante de cremas como Dalphin Intral Baume Reparateur disminuyen molestias como la piel rugosa y los picores. Y no solo eso, sino que lo hace de una forma natural, sintetizando las grasas de la epidermis y reduciendo las irritaciones y rojeces que pueden aparecer en la superficie de la piel.
En definitiva, con las cremas emolientes se restablecen las propiedades originales de la piel, reparando todos esos elementos dañados y haciendo que las células cutáneas recuperen su actividad normal. Esto se debe principalmente a que en la fórmula de muchas de estas cremas se incluyen ingredientes antiinflamatorios y antiestamínicos que previenen y reducen tanto inflamaciones como rojeces.
Por suerte, en nuestra sección de productos de la marca Darphin encontrarás artículos que te ofrecerán el cuidado que tu piel necesita, com por ejemplo una crema para la piel atópica, cremas para la psoriasis o cremas combatir la dermatitis en la cara.
De la misma manera que las cremas emolientes, las cremas hidratantes también han sido desarrolladas para combatir la sequedad de la piel. No obstante, su acción se caracteriza la gran concentración de agua que aportan a las células dérmicas, con el objetivo de optimizar sus procesos metabólicos.
Por otro lado, una crema hidratante de la cara, por ejemplo, es capaz de penetrar en las capas más profundas de la piel usando componentes como la lanolina, aceites vegetales, vitaminas y sales minerales. Eso sí, hay que tener en cuenta que antes de aplicar una crema hidratante sobre tu piel, antes debes de asegurarte que esta esté limpia y tonificada siguiendo tu tratamiento exfoliante habitual.
El momento del día en el que se recomienda aplicar una crema hidratante es por la mañana, ya que de este modo vas a protegerla del frío, el viento y el Sol, hasta que te acuestes por la noche. En este sentido, también hay que mencionar que no todas las cremas hidratantes son iguales. Distinguimos 2 tipos: las humectantes y las oclusivas.
Estos productos cosméticos actúan en las capas intermedias de la piel para generar una barrera de protección, evitando las pérdidas de agua y estimulando su capacidad hidratante. Otras de las acciones que realizan las cremas humectantes es suavizar la dermis, dejándola más lisa, absorbiendo el agua y contribuyendo en el crecimiento de las células dérmicas. Así mismo, las propiedades de estos productos son parecidos a los de una crema de aloe vera.
Los artículos de cosmética y belleza llamados “oclusivos” son muy parecidos a los humectantes. Las cremas oclusivas se caracterizan por formar una barrera física invisible en la epidermis (la capa superficial de la piel) impidiendo que el agua se evapore, aunque no comparte una acción hidratante como en el caso de las cremas humectantes. No obstante utiliza ingredientes naturales conocidos por sus beneficios para la salud de la piel como la lanolina, manteca karité y cera de abejas.
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